Mejor sin prejuicios

Niñas VS Barbie

¿Quién de pequeña no ha tenido una barbie? Bien, pues la Barbie, que supuestamente es la viva imagen de la perfección a la que toda niña desearía llegar, pero que finalmente nadie puede… ¿Por qué es? ¿Es por su pelo liso-perfecto imposible de despeinar? No, si no porque si esta muñeca de plástico fuera de carne y hueso pesaría 41kg, mediría 1.70, 54 años de edad, tendría una 100 de pecho, 55cm de cintura y 83cm de cadera, algo que es difícil de imaginar si no se le pone mano al photoshop. Además de esto, Barbie sería pluriempleada debido a sus múltiples trabajos, posiblemente padecería depresión debido a la falta de tiempo para ella misma, sería una compradora compulsiva y tendría una actitud de rechazo a todo aquel que no fuese pijo. Después de todo esto, ¿Quién sigue teniendo ganas de ser una Barbie?

Cada vez se da más el descontento de los niños hacia su aspecto físico. Desde la infancia, sobre todo a las niñas, se las educa en la preocupación de su imagen corporal. Además los medios de comunicación ponen como objetivo de crítica a todo famoso que suba un poco más de peso del considerado estándar en la sociedad como le ocurrió a la actriz Tyra Banks y a la cantante Jessica Simpson. También podemos hablar de las varias representantes de “Miss Universo” que al ganar la corona también ganaron peso y los creadores de este concurso han llegado a amenazarlas con quitarle su corona si no modifican su cuerpo en cierto tiempo. Para dar cifras a este descontento femenino por su cuerpo se realizó una encuesta a 3.800 mujeres, de 15 a 64 años de edad, en 11 países (Brasil, Canadá, China, Alemania, Italia, Japón, México, Arabia Saudí, Estados Unidos y Reino Unido, y una encuesta de seguimiento en Argentina). Algunos de los resultados más sorprendentes son:
• Más del 90 por ciento de las jóvenes de 15 a 17 años desean cambiar por lo menos un aspecto de su apariencia física, empezando por el peso.
• Cuatro de cada diez (44%) latinas encuestadas de 15 a 64 años consideraría someterse a una operación de cirugía plástica para mejorar su apariencia.
• Las jóvenes hispanas de 15 a 17 años, desean más que las norteamericanas, cambiar algún aspecto de sí mismas.
• El 21 por ciento de las hispanas de 15 a 64 años pone su salud en riesgo al no seguir una dieta supervisada por un médico.

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